En el marco del Plan Institucional Participativo (PIP) la Universidad definió las líneas y objetivos estratégicos que guiarán sus acciones en este corto y mediano plazo.


Estas decisiones constituyen un conjunto articulado de compromisos y grandes logros a alcanzar, que guían las prioridades de la universidad para aproximarnos más a la Visión que nos planteamos hacia el 2025.

Durante el 2020 toda la comunidad Universitaria participó de diversas actividades virtuales para definir los objetivos estratégicos y las grandes líneas que los agrupan.

Esto significa un gran avance en el proceso del Plan Institucional Participativo (PIP), que permite iniciar una etapa operativa y dar un paso decisivo hacia la Universidad que queremos.

Instancias y procesos

A partir de una instancia virtual, que convocó a los diferentes claustros de las facultades y de Rectorado, se definieron cuáles son las oportunidades de mejora más significativas que se deben abordar en un corto o mediano plazo. Este proceso arrojó como resultado la materia prima del planeamiento: un conjunto de déficits, brechas, necesidades, que caracterizan la situación actual y que necesitamos modificar.

Posteriormente, se precisaron los objetivos estratégicos (OE) que implican las decisiones estratégicas y compromisos generales. De esta instancia participaron representantes de cada secretaría de la gestión universitaria y el Equipo Político del PIP.

Los Objetivos fueron agrupados por afinidad y familiaridad en cuatro Líneas estratégicas (LE). Estas son:

compromiso con el territorio;

compromiso con la organización e integración institucional;

compromiso con la calidad académica, de la investigación y de la extensión; y

compromiso con la gestión de la información y la evaluación.

“Cada una de las cuatro líneas necesariamente involucra las distintas funciones de la universidad así como el gobierno y la cultura institucional de la UNER”, señaló Gabriela Andretich, vicerrectora de la Universidad.

“Las líneas permiten no sólo la coordinación y la gestión integrada de esfuerzos que tributan a más de un objetivo estratégico; también constituyen un gran ordenador en materia de comunicación institucional, y una referencia ineludible para la gestión de las distintas unidades académicas y del rectorado”, agregó.

En el desarrollo del proceso se fueron delineando temáticas transversales a las líneas y objetivos estratégicos que son importantes de contemplar en el plan . En este sentido la accesibilidad y la perspectiva de género son incorporadas al proceso involucrando el aporte de referentes del Protocolo de Actuación Contra las Violencias Sexistas y de la Comisión de Accesibilidad de la Universidad.

Por otro lado, el Sistema de Comunicación y Medios también se consideró un tema transversal; sus referentes en distintos encuentros y espacios de intercambio han abordado a la comunicación en todas sus dimensiones.

Proyecciones futuras

La decisión de cómo llevar adelante el proceso de planificación tiene que ver con pensar y traccionar el gobierno universitario. Desde la perspectiva de planeamiento que se asumió , la propuesta siempre fue legitimar cada instancia de participación y decisión. “Para poder lograr los objetivos propuestos pusimos en marcha dos recorridos claves: en primera instancia, espacios efectivos de participación de todos los claustros en los distintos momentos del proceso de planeamiento y segundo, la búsqueda del consecuente aval de los resultados parciales y finales por parte del Consejo Superior, como órgano supremo de gobierno de la universidad”, explicó Andretich.

Entonces, ¿cómo sigue el PIP a partir de ahora? “Iniciamos ahora el momento operativo donde avanzaremos en el recorrido por las líneas estratégicas a partir de la generación de proyectos y de la recuperación de lo mucho que ya se está haciendo”, indicó.

“Planificar contiene las perspectivas políticas a futuro que asumimos como universidad, es decir, qué universidad queremos, con qué valores, con qué prioridades, qué queremos para la formación académica, para la investigación, para la extensión, cómo queremos vincularnos con el entorno cercano, con los proyectos de país e incluso con cuestiones internacionales”, remarcó la vicerrectora.

Finalmente, Andretich señaló las proyecciones futuras y el horizonte próximo que se piensan desde el PIP. “Como primera acción, y recuperando la idea de que los procesos de planeamiento no parten de cero, desde la fase operativa se hará un relevamiento de lo que ya estamos haciendo y va a continuar; luego del análisis de esa revisión, se planteará una propuesta para generar iniciativas nuevas o que transformen en algún sentido las que ya están en marcha”.

“Lo que debería quedar claro es que el horizonte de planeamiento habilita pensar estrategias alternativas y cada uno de los objetivos puede ser pasible de una o varias estrategias específicas. Más allá del dinamismo propio de estos procesos y teniendo presente el derrotero que siga la situación sanitaria (por COVID-19), sería deseable tener hacia finales de este año el Plan formulado en su totalidad, con detalle de acciones, indicadores y tiempos estipulados para evaluar la marcha del proceso”, cerró.

Para conocer los objetivos estratégicos, ingresar aquí.

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