El director de la Especialización en Sistemas Embebidos de la Facultad de Ingeniería, Eduardo Filomena, hizo un repaso del surgimiento y los alcances de la carrera, desde los primeros lazos entre universidades e industria para trabajar en el área hasta las potencialidades que ofrece a diversos profesionales, la capacidad de adaptar los contenidos a las innovaciones tecnológicas y el futuro que se abre dentro de un campo que “se actualiza todo el tiempo”.
A fines de agosto el bioingeniero graduado de la FIUNER, Julián Botello, se convirtió en el primer egresado de la Especialización en Sistemas Embebidos (ESE) de esta unidad académica. La ocasión fue una oportunidad para hacer un balance del recorrido de la Facultad de Ingeniería dentro de esta disciplina y de la carrera de posgrado que se cursa desde 2018 y va por su segunda cohorte, iniciada en 2021.
Entre los alumnos regulares de la carrera y aquellos que se inscriben en cursos específicos, cada cohorte ha sostenido un promedio de 15 alumnos. La ESE atrajo desde un principio a estudiantes de otras universidades y ciudades del país. Y su segunda cohorte, que adoptó la modalidad virtual al haber comenzado durante la emergencia sanitaria por coronavirus, incluyó cursantes de países extranjeros. Tornando esta dificultad del contexto en una oportunidad, la FIUNER formuló una nueva propuesta para dictar la carrera totalmente a distancia en paralelo a la presencial y ofrecer las dos modalidades a los profesionales interesados.
El director de la ESE, Mg. Bioing. Eduardo Filomena, ve un futuro auspicioso para la propuesta de posgrado de la FIUNER: “suponemos que este año va a haber más egresados”, afirmó.
- ¿Cómo surgió la Especialización en Sistemas Embebidos?
- EF: Un hito importante para el inicio fue el primer Simposio Argentino de Sistemas Embebidos en 2010, que convocó a muchos docentes y estudiantes del área de sistemas embebidos, fundamentalmente ingenieros electrónicos pero también bioingenieros, mecatrónicos, de la computación y la informática. Ese evento creció muchísimo y permitió confluir luego en el Congreso Argentino de Sistemas Embebidos, que sirvió para fortalecer la parte académica. A raíz de esos encuentros, un grupo de docentes de distintas universidades empezaron a pensar estrategias para apoyar la industria argentina, la producción, el impulso de los sistemas embebidos y la incorporación de la electrónica digital embebida a la industria nacional.
- ¿Qué líneas de trabajo partieron de esos encuentros?
- Se empezó a trabajar en diversas ramas por separado. Se creó la Red Universitaria de Sistemas Embebidos (RUSE), donde nuestra Facultad tuvo un rol muy importante. Se hizo un racconto de centros del país que trabajaran en sistemas embebidos para contactarse. Se empezó a trabajar en la Computadora Industrial Abierta Argentina, la CIAA, un producto atractivo para la industria tanto para incorporar a su producido como elemento de control de plantas industriales. Nuestra Facultad empezó a trabajar en una computadora paralela a la CIAA pero educativa: la EDU-CIAA, una placa que hoy se utiliza en un sinnúmero de carreras de grado y posgrado de todo el país. Alrededor de ella se ha generado material pedagógico y accesorio muy interesante. Y otra línea de trabajo, en la que participó activamente un grupo importante de docentes de nuestra facultad, fue la generación de carreras de posgrado en el área de los sistemas embebidos. Se plantearon los cursos y cómo deberían darse, y se empezaron a brindar entre docentes. Se organizaron las “escuelas de sistemas embebidos” -una de las cuales se hizo en Oro Verde y Paraná, entre la FIUNER y la UTN Facultad Regional Paraná-, donde docentes referentes del tema dictaron materias, en busca de un consenso sobre qué y cómo dar esas carreras de posgrado. Finalmente, en 2016, la gestión de la FIUNER del entonces decano Gabriel Gentiletti, con Rubén Acevedo como secretario de Investigación y Posgrado, se acercó a un grupo de docentes para empezar a formular esta Especialización. Empezamos a trabajar junto a Juan Manuel Reta, Analía Cherniz, Gonzalo Cuenca. La primera cohorte empezó a mediados de 2018 y las últimas tres materias se dictaron virtualmente debido a la pandemia. Esa cohorte culminó con el primer egresado, Julián Botello.
(Mg. Bioing. Eduardo Filomena)
- ¿La carrera está orientada particularmente hacia la bioingeniería?
- No. La carrera es transversal a la bioingeniería. Existen muchos docentes de la carrera de Bioingeniería que le dan alguna impronta de esta disciplina, pero la idea es que sea una carrera con una impronta más general, más allá de alguna materia optativa en cuanto a normativa de equipamiento médico o de procesamiento de señales biológicas. Pero las materias y la estructura general de los cursos son de la electrónica en general.
- ¿Qué ventajas les da a los profesionales que la cursan para sus campos de desempeño?
- A quienes provienen de la computación les da un pie fuerte en hardware y a los que vienen de electrónica les brinda una profundización y una actualización en la materia. Los contenidos de este tipo de carreras de especialización en poco tiempo corren el riesgo de quedar obsoletos, así que la ESE tiene una fuerte impronta de actualización con lo último de la temática. Ofrece una mayor profundidad en ciertos contenidos, como nuevos microcontroladores, microprocesadores y sistemas operativos modernos. Por ejemplo, creo que ninguno de nuestros alumnos estudió el sistema operativo para dispositivos móviles Android y lo estudian en la Especialización. Y tenemos implementado este contenido de tal manera que el día de mañana se pueda actualizar con otro. Si bien el Plan de Estudios y las materias son fijas, los contenidos están pensados para readaptarse a la evolución de las tecnologías. La idea es estar a la vanguardia para ofrecer lo que el mercado demanda en actualización.
- ¿Qué potencialidades pueden adquirir, en particular, los bioingenieros?
- A los graduados en Bioingeniería la Especialización en Sistemas Embebidos les refuerza el área electrónica, en la que la carrera de grado no los forma de manera específica. Los complementa en una temática muy específica. Teníamos preocupación de que se generasen diferencias entre nuestros graduados e ingenieros electrónicos, pero eso afortunadamente no ocurrió.
- ¿Qué futuro tiene esta Especialización, al estar en un ámbito que recién empieza a estudiarse en profundidad?
- Le vemos muchas perspectivas de ampliación y mejoras. Los contenidos se están actualizando constantemente y cuando se agrandan empiezan las subdivisiones en ramas dentro de las especializaciones. Por ejemplo, Internet de las Cosas; Inteligencia Artificial; Minería de Datos, entre otras. Con estas perspectivas, vemos con gran optimismo que se abren las puertas a que el día de mañana pueda hacerse una Maestría en Sistemas Embebidos y otras especializaciones en temas afines.
Sobre los Sistemas Embebidos
Sistemas Embebidos es el nombre genérico que reciben los equipos electrónicos que incluyen sensado, adquisición, procesamiento, almacenamiento y/o generación de datos, pudiendo contar también con una interfaz de usuario, capacidades de conexión a redes e intercambio de datos con otros dispositivos. Es un sistema electrónico que está contenido (“embebido”) dentro de un equipo completo que, además puede incluir partes mecánicas y electromecánicas. Este tipo de sistemas se diseñan para satisfacer funciones específicas, como el sistema de control de un vehículo no tripulado, de un exoesqueleto, o un módulo de procesamiento de imágenes para identificación de rostros.
En la actualidad, es común que un único Sistema Embebido integre diversas tecnologías, a fin de satisfacer las demandas cada vez más exigentes de los usuarios en lo que respecta a información, interfaces inteligentes y capacidad de procesamiento. Esto ocurre a un ritmo tan vertiginoso y sostenido que obliga a los ingenieros a trabajar en proyectos de corta duración y rápida puesta en el mercado.
Más información sobre la carrera: http://ingenieria.uner.edu.ar/posgrado/index.php/carreras/especializacion-en-sistemas-embebidos
