En su cartera la Facultad de Ingeniería ofrece distintas propuestas de formación, entre las carreras llamadas de grado podemos encontrar propuestas académicas como Bioingeniería, Bioinformática e Ingeniería en Transporte. 


La Ingeniería en Transporte busca formar a sus estudiantes de manera tal que apliquen principios tecnológicos y científicos para la planificación, diseño, operación, optimización y administración de infraestructuras y modos de transporte, teniendo en cuenta el crecimiento de las ciudades a nivel global y con el fin de proveer un movimiento seguro, económico y compatible con el medio ambiente de bienes y personas.

La ingeniera Civil y docente de la carrera, María Laura Pagani, explicó: “El ingeniero en Transporte visibiliza esa necesidad de mover, ya sea personas o bienes, para satisfacer necesidades que pueden ser de trabajo, estudio, producción, entre otras. Cualquier aporte que realicen estos profesionales recae directamente en mejorar la vida en sociedad”.

Cabe destacar que además de la formación teórica, uno de los aspectos importantes y centrales de la carrera son los distintos proyectos de investigación. Un grupo interdisciplinario lleva adelante diversos estudios como, por ejemplo, asesoramiento técnico en el marco del Plan de Movilidad Sostenible en Oro Verde y estimación de la demanda potencial de corredores de transporte con infraestructura ferroviaria.

El grupo también llevó a cabo una investigación sobre modelos de tarificación mixta para los sistemas de transporte público masivos en Paraná y un estudio de diagnóstico del sistemas de transporte público de dicha ciudad. A su vez, realizaron consultorías sobre la movilidad en el paso fronterizo Concordia-Salto y asesoramiento para la planificación del tránsito pesado de la localidad de General Ramírez, entre otras.

“Una de las premisas de estos trabajos de investigación es incorporar estudiantes para que puedan acercarse a la vida profesional antes de haber culminado la carrera. Los aprendizajes que uno tiene por fuera del aula generan experiencias enriquecedoras. Salir al territorio genera una apertura mayor de la mente, ya que nos enfrentamos a condiciones que no son las ideales”, argumentó Pagani.

Apuntar hacia la movilidad sostenible

Un tema en auge y que es central en la formación de los ingenieros en Transporte es la movilidad urbana sostenible. Se trata de un modelo que no causa un impacto negativo sobre las condiciones del medio ambiente y que se preocupa por el bienestar y la calidad de vida de las personas. Es una apuesta por el aprovechamiento de las posibilidades de la movilidad sin sacrificar el entorno y los recursos con los que contarán las próximas generaciones.

Sobre este tema, Mónica Alvarado, quien es ingeniera Civil y dicta la cátedra Sistemas de Movilidad Urbana, dijo: “Debemos trabajar en políticas que tengan que ver con lo que se llama estrategia ASI -Avoid-Shift-Improve- que en castellano significa ‘Evitar, Cambiar y Mejorar’.

"Lo que se plantea es tratar de evitar traslados innecesarios y el uso excesivo del auto, luego cambiar hacia modos ambientalmente sostenibles y si eso no es posible, utilizar sistemas cuya calidad y eficiencia de los modos y la tecnología mejoren los sistemas de transporte”, explicó.

En este sentido, Pagani sostuvo: “Esto viene de la mano de lograr una integración modal, es decir, articular todos los modos de transporte, lograr una articulación público privada, una planificación sostenida y sumar el diálogo social, o sea, la participación ciudadana. Estas son las acciones claves para los desafíos de la movilidad sostenible”.

Una carrera vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles

“Es importante tener en cuenta que un desarrollo sostenible no puede lograrse si no modificamos la manera actual en la que construimos y administramos los espacios urbanos. Las ciudades están puestas en la mira para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque el 70% de la población mundial hacia el año 2050 va a vivir en ciudades”, argumentó Alvarado.

“En este sentido, debemos saber que las ciudades consumen el 75% de los recursos y de la energía mundial y generan el 80% de los gases responsables del efecto invernadero, por lo tanto, la forma en que crecen las ciudades condiciona la manera de movernos. Es crucial tomar las medidas para transformar nuestras ciudades y nuestra manera de movernos”, comentó Pagani.

Además, Alvarado explicó que desde la carrera de Ingeniería en Transporte forman a los futuros profesionales sobre sistemas de movilidad y planeamiento urbano, para así mejorar la calidad de vida y que los ciudadanos realicen sus desplazamientos de manera segura y sostenible.

“De esta manera contribuimos hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, que tiene que ver con la generación de comunidades sostenibles, trabajando sobre soluciones que impacten en la seguridad vial, en el ambiente, en la equidad social, en el desarrollo económico y en la salud pública logrando por lo tanto una eficiencia en la movilidad”, concluyó.

 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son 17 objetivos globales interconectados diseñados por la ONU como un plan para lograr un futuro mejor y más sostenible. Los ODS fueron establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y están incluidos en una Resolución que se conoce coloquialmente como Agenda 2030. Establece para los países miembros de las Naciones Unidas una serie de compromisos y desafíos que estos países deben tomar para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.

Varios de estos Objetivos están relacionados con la educación y la investigación, en las que las universidades tienen un papel directo. La Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) en conjunto con el Gobierno de la provincia, trabajan en la formación con respecto a los ODS y en el desarrollo de los mismos.

El Objetivo 11 apunta a "lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles". Entre los problemas comunes a todas las ciudades se incluyen la congestión, la falta de fondos para prestar servicios básicos, la escasez de vivienda adecuada y el deterioro de la infraestructura.

Dichos problemas pueden superarse, de manera que las ciudades puedan seguir prosperando y creciendo y, al mismo tiempo, aprovechando mejor los recursos y reduciendo la contaminación y la pobreza. Es deseable un futuro en el que las ciudades brinden acceso a servicios básicos, energía, vivienda, transporte y más oportunidades para todos.

 

Problemáticas en el transporte de pasajeros

Un ejemplo de las problemáticas en torno al transporte público que pueden ocurrir en centros urbanos es la que atraviesa la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos. Al respecto, explicó: “Paraná presenta una problemática que están atravesando otras ciudades del país. Su extensión en superficie es mayor al crecimiento de la población. Esto genera lo que se conoce como círculo vicioso del transporte público, es decir, los recorridos son extensos, se recortan las frecuencias y el servicio se vuelve costoso. Por ello, el usuario se pasa al vehículo particular y este sistema pierde sus pasajeros y se vuelve insostenible”.

Por su parte, Alvarado expresó: “Esta cuestión tiene que ver con el desarrollo urbano territorial y la planificación de la ciudad. El transporte urbano y la planificación urbana es un binomio que no se puede separar, se tienen que dar en conjunto el estudio de los dos”.

“El transporte de pasajeros es la columna vertebral del transporte en una ciudad y debe ser un sistema sostenible, eficiente, confiable y a su vez accesible para toda la población”, concluyó Laura Pagani. 

Como se mencionó previamente, desde el Grupo de Investigación de Ingeniería en Transporte, estudiantes y docentes de esta carrera de la UNER vienen asesorando y trabajando junto al Municipio de la ciudad para planificar soluciones a este problema que  la localidad arrastra hace años.

Se trata de sólo un ejemplo de las áreas en las que las/os ingenieras/os en Transporte pueden aplicar sus conocimientos y competencias y contribuir al desarrollo de la sociedad.


(*) Esta nota fue producida en el marco de la Práctica Curricular para la Licenciatura en Comunicación Social de la UNER de la estudiante Agustina Suárez Domé, realizada en el ámbito de la Secretaría de Extensión, Bienestar y Comunicación de la Facultad de Ingeniería




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